Durante la entrevista con RT, señaló que cuando cerró el servicio su mayor temor era "que nadie se diera cuenta, que a nadie le importara", mientras que su mayor esperanza era que "el cierre trajera cambios positivos".
"Continuaré luchando a través del sistema judicial para que este caso sirva de precedente y seguiré presionando al Congreso para que se cambien las leyes", aseguró.
Levison, que cerró repentinamente Lavabit el pasado 8 de agosto, recibió una orden de registro emitida por la NSA y otra judicial conocida en EE.UU. como 'gag order '(literalmente 'orden de mordaza') que prohíbe hablar del caso a las personas implicadas en él. Además, algunos expertos sostienen que está siendo presionado para que coopere con una investigación relacionada con el exanalista de la CIA Edward Snowden.
El futuro de los servicios de seguridad de datos
Según Levison, a no ser que se detenga la vigilancia del Gobierno de EE.UU. y la mano dura de este con las empresas de ese país, los servicios de seguridad de datos afrontan "un futuro de lo más sombrío".El fundador de Lavabit está estudiando la posibilidad de trasladar su servicio al extranjero, aunque todavía no está seguro de que esta solución garantice la seguridad de sus clientes y evita que estos sean espiados por EE.UU.
Siendo ciudadano estadounidense, dijo, si el servicio continuara operando podría, en un momento dado, verse "obligado a elegir entre romper las leyes del país en el que el servicio está alojado o romper las leyes de EE.UU.".
Por el momento, hay que obedecer las órdenes del Gobierno
"Para mí, en estos últimos meses ha quedado claro que todos los principales proveedores de EE.UU. han proporcionado a nuestro Gobierno acceso en tiempo real a información privada de sus usuarios", señaló. Sin embargo, aseguró, estas compañías "realmente no tienen otra opción" más que la de obedecer las órdenes gubernamentales.En el caso de Lavabit, Levison reconoció que cerrar el sitio era el único modo de proteger a sus clientes pese a que julio fue para la firma el mejor mes en sus 10 años de historia a raíz de las revelaciones de Snowden.
El Gobierno de EE.UU. "tiene la capacidad de tomar su negocio, su dinero y su libertad", aseguró en RT. "Y realmente no se puede hacer casi nada al respecto", lamentó.