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China y Rusia se plantean la construcción de un helicóptero superpesado
China ha mostrado su interés en desarrollar conjuntamente con Rusia un helicóptero superpesado, informó el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, al término de su reciente reunión en Harbin con su homólogo chino, Wang Yang.
Tras la su reunión mantenida el martes y dedicada a temas de cooperación industrial, Rogozin, encargado de la industria militar rusa, destacó, entre otras cosas, que China mostró su interés en la propuesta rusa de cooperar en la construcción de helicópteros pesados y solicitó un helicóptero de características considerablemente superiores a las del Mi-26, el helicóptero con mayor capacidad de carga en el mundo.
De acuerdo con el alto funcionario ruso, se trata de desarrollar una nueva clase de helicóptero de transporte superpesado. La capacidad de tal helicóptero, según Rogozin, debe superar aproximadamente en dos veces la del Mi-26.
El dirigente ruso cree que tal proyecto tiene un gran futuro y se mostró en desacuerdo con la opinión de que no hay demanda para estos aparatos en el mercado actual de la aviación. Hoy en día solo se discute la viabilidad del proyecto pero, según Rogozin, los especialistas aeronáuticos chinos están dispuestos a entablar las primeras consultas.
Por razones obvias, de momento no se conoce la configuración técnica de este futuro helicóptero pesado, pero en el contexto de un posible proyecto es conveniente recordar el prototipo soviético del V-12, también conocido como Mi-12.
El helicóptero V-12, desarrollado por la oficina de diseños de Mil, realizó su primer vuelo hace 45 años, en 1968. Durante las pruebas, este helicóptero de doble rotor estableció varios récords de capacidad de carga. El peso máximo que pudo transportar el primer prototipo del V-12 fue de 44.205 kilogramos, un récord imbatible hasta la fecha actual. Sin embargo, a pesar de las características únicas del helicóptero, el V-12 no fue fabricado en serie. Los dos prototipos existentes son en este momento piezas de museo: uno de ellos se encuentra en el territorio de la Planta de Helicópteros de Moscú Mil, mientras que el otro reposa en el Museo de la Fuerza Aérea en Monino.
Ahora, en medio de la discusión sobre posibles perspectivas del proyecto ruso-chino, el V-12 es interesante por dos razones. En primer lugar, demuestra la viabilidad de desarrollar un helicóptero con una capacidad de carga de 40 toneladas, es decir, dos veces mayor que la del Mi-26, tal como mencionó Rogozin. El segundo motivo de interés en el V-12 es la mala fortuna que tuvo su concepción. Este helicóptero fue diseñado para transportar una gran variedad de carga militar, incluidos misiles balísticos, pero mientras se llevaba a cabo su desarrollo, las tropas de misiles estratégicos rusos cambiaron su complicado sistema logístico y de transporte y se conformaron con los mucho más baratos y numerosos Mi-6 y Mi-8. Como resultado, el sensacional V-12 quedó fuera del juego.
A juzgar por todo esto, el futuro de un helicóptero que ni siquiera está diseñado, es incierto. Sus impresionantes prestaciones deben atraer la atención de clientes potenciales. La posibilidad de transportar un peso de 40 toneladas y no necesitar para ello largas pistas de aterrizaje es una oferta más que interesante. Pero la otra cara de la moneda es que, pese a todas las ventajas, habrá pocos clientes en el mundo (y lo demuestra las bajas cifras de exportación de los pesados Mi-26) que necesiten helicópteros de este tipo y que puedan permitirse comprarlos, hecho que no tardará en traducirse en el número de aparatos que se fabriquen y, como consecuencia, en el coste final del proyecto.
De acuerdo con el alto funcionario ruso, se trata de desarrollar una nueva clase de helicóptero de transporte superpesado. La capacidad de tal helicóptero, según Rogozin, debe superar aproximadamente en dos veces la del Mi-26.
El dirigente ruso cree que tal proyecto tiene un gran futuro y se mostró en desacuerdo con la opinión de que no hay demanda para estos aparatos en el mercado actual de la aviación. Hoy en día solo se discute la viabilidad del proyecto pero, según Rogozin, los especialistas aeronáuticos chinos están dispuestos a entablar las primeras consultas.
Por razones obvias, de momento no se conoce la configuración técnica de este futuro helicóptero pesado, pero en el contexto de un posible proyecto es conveniente recordar el prototipo soviético del V-12, también conocido como Mi-12.
El helicóptero V-12, desarrollado por la oficina de diseños de Mil, realizó su primer vuelo hace 45 años, en 1968. Durante las pruebas, este helicóptero de doble rotor estableció varios récords de capacidad de carga. El peso máximo que pudo transportar el primer prototipo del V-12 fue de 44.205 kilogramos, un récord imbatible hasta la fecha actual. Sin embargo, a pesar de las características únicas del helicóptero, el V-12 no fue fabricado en serie. Los dos prototipos existentes son en este momento piezas de museo: uno de ellos se encuentra en el territorio de la Planta de Helicópteros de Moscú Mil, mientras que el otro reposa en el Museo de la Fuerza Aérea en Monino.
Ahora, en medio de la discusión sobre posibles perspectivas del proyecto ruso-chino, el V-12 es interesante por dos razones. En primer lugar, demuestra la viabilidad de desarrollar un helicóptero con una capacidad de carga de 40 toneladas, es decir, dos veces mayor que la del Mi-26, tal como mencionó Rogozin. El segundo motivo de interés en el V-12 es la mala fortuna que tuvo su concepción. Este helicóptero fue diseñado para transportar una gran variedad de carga militar, incluidos misiles balísticos, pero mientras se llevaba a cabo su desarrollo, las tropas de misiles estratégicos rusos cambiaron su complicado sistema logístico y de transporte y se conformaron con los mucho más baratos y numerosos Mi-6 y Mi-8. Como resultado, el sensacional V-12 quedó fuera del juego.
A juzgar por todo esto, el futuro de un helicóptero que ni siquiera está diseñado, es incierto. Sus impresionantes prestaciones deben atraer la atención de clientes potenciales. La posibilidad de transportar un peso de 40 toneladas y no necesitar para ello largas pistas de aterrizaje es una oferta más que interesante. Pero la otra cara de la moneda es que, pese a todas las ventajas, habrá pocos clientes en el mundo (y lo demuestra las bajas cifras de exportación de los pesados Mi-26) que necesiten helicópteros de este tipo y que puedan permitirse comprarlos, hecho que no tardará en traducirse en el número de aparatos que se fabriquen y, como consecuencia, en el coste final del proyecto.
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