El diseño de la Fábrica de helicópteros Mil de Moscú experimentó varios cambios a partir del proyecto inicial que data de la última década de la URSS. En los años 2000 los diseñadores incluyeron los más avanzados equipos de cabina, armamento y sistemas de evasión de ataque que aparecieron a lo largo del tiempo transcurrido.
El equipo de a bordo permite volar a altura ultrabaja siendo invisible para los radares del enemigo, incluso de noche y en condiciones de mal tiempo. A su vez, los radares del helicóptero permiten detectar y atacar objetivos situados a una distancia de hasta 10 kilómetros.
El Mi-28N puede llevar 16 misiles antitanque y cuenta también con el cañón más grande instalado en un helicóptero, del calibre 30 mm, que además dispara hasta 900 proyectiles por minuto. Dos turbohélices aseguran que el aparato pueda desplazarse a una velocidad de 320 kilómetros por hora. Con los tanques llenos es capaz de atravesar distancias de hasta 200 kilómetros.
Un invento único es la coraza del aparato, que consiste de varias capas de aluminio y bloques de cerámica, muy resistente al impacto de balas y proyectiles.