Según medios nipones, se trata de radares y sistemas de dirección de tiro para poder detectar y seguir aviones fabricados utilizando la tecnología 'stealth', que hace el avión furtivo al radar gracias al diseño, materiales y revestimiento.
El Ministerio de Defensa busca reforzar la defensa antiaérea ante los avances de China con el caza de quinta generación Chengdu J-20 y J-31 y de Rusia con el Sukhoi PAK-FA T-50, según los medios.
Asimismo, Japón planea adquirir a Estados Unidos 42 unidades del nuevo caza multifuncional F-35, que también se destaca por la tecnología 'stealth'.
Simultáneamente, Tokio está desarrollando un análogo japonés modernizado de los F-35. Las pruebas de su prototipo ATD-X Shinshin, fabricado por Mitsubishi Heavy Industries, están programadas para este año.