En muchas ciudades estadounidenses un gran número de defensores de portar armas han salido este 19 de abril a las calles para defender su derecho constitucional a la tenencia de armas de fuego, considerando que el actual Gobierno presenta una amenaza para ello, según comunica la agencia AFP.
No es de extrañar que esa marcha se efectúe en EE. UU. ya que es el país con mayor número de armas de fuego en manos privadas: unos 60 millones de estadounidenses poseen más de 200 millones de armas, desde pistolas y revólveres de bajo calibre hasta armas automáticas y fusiles de asalto.
La fecha elegida para la manifestación de la protesta tampoco es casual. Es simbólico que este día se celebra el aniversario de las batallas de Concord y Lexington en 1775 que iniciaron la Guerra de la Independencia en este país. También el 19 de abril, pero de 1993, en Waco (Texas) tuvo lugar la 'masacre de Waco', que concluyó con 66 muertos cuando las autoridades federales asaltaron e incendiaron los edificios donde se encontraba la secta Davidiana. Ese mismo día en 1995 fue el atentado de Oklahoma City, considerado el peor ocurrido en suelo estadounidense hasta entonces. El resultado fueron 168 muertos y más de 500 heridos.
Se espera que este año la marcha no lleve a consecuencias graves ya que los seguidores del grupo denominado 'Marcha de la Segunda Enmienda' se reunirán, cerca del monumento a Washington, sin armas porque el Gobierno del distrito de Columbia no permite la exhibición pública de las mismas. Mientras tanto, en otros estados los aliados del grupo podrán hacer públicas las suyas. En Virginia, el estado más cercano y uno de los que tiene las leyes más flexibles para la adquisición de armas de fuego, los manifestantes del grupo 'Restaurar la Constitución' se congregan en Fort Hunt, Alexandria.
Los ciudadanos que están a favor de la posesión de armamento privado sostienen que el Gobierno está impidiendo llevar a efecto sus derechos intentando prohibir que se porten armas en el país. Asimismo, desde que Obama asumió la Presidencia en 2009, tanto la demanda como los precios de las armas de fuego y sus balas se han incrementado considerablemente. También hay que destacar un aumento en la acumulación de armas y munición por parte de los ciudadanos de EE. UU., que se sienten más vulnerables que nunca en estos días debido al crecimiento de la población inmigrante y la grave crisis económica.