Así lo revela el experto en privacidad cibernética Alexander Hanff, de Polonia, quien cuenta en su blog que trabajaba en un proyecto para el que era necesario averiguar la procedencia de los lectores de su portal pero sin retener ninguna información que pudiera considerarse privada, que fuera susceptible de utilizarse para rastrear a los usuarios y sin almacenar sus direcciones IP.
En su intento, el experto descubrió que Twitter vigila y documenta cada enlace que enviamos, por lo que Alexander decidió comentar esta cuestión al equipo de seguridad del servicio de microblogs. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta.
En junio de este año, Alexander presentó una denuncia ante la Comisión
Europea, preocupado por la posibilidad de que Twitter pueda seguir a sus usuarios a
través de un acotador de las direcciones de internet, lo cual, sostiene, es una violación de las normas de privacidad de la Unión
Europea. Ahora, el activista promete enviar una carta con pruebas a esta
Comisión.
Por otro lado, Orlando Pérez, director del diario ecuatoriano 'El Telégrafo', recuerda que hay claros indicios de que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) trabaja en la misma línea en que, como se ha revelado, lo hace Twitter.
El periodista considera que el poder hegemónico con el que EE.UU. quiere sostenerse como la gran potencia, haciéndose eco del aparato industrial militar que tiene, hace que Washington —subraya— realice todo tipo de acciones ilegales e ilegítimas de modo que puedan controlar la información en internet.