Irán ha instalado 1.861 centrifugadoras avanzadas de enriquecimiento de uranio y está dispuesto a ponerlas a prueba, según dicta el informe trimestral del organismo, el primero publicado desde que el nuevo presidente, Hasán Rohaní, asumió el cargo. Las cifras muestran que la República Islámica no ha cruzado la 'línea roja' marcada por Israel, ya que el número total de centrifugadoras es de 15.416.
El documento asegura que Irán no sólo ha aumentado la cantidad de uranio enriquecido, sino que también avanza, aunque más lentamente de lo previsto, en la puesta en marcha de una planta de agua pesada susceptible de ser usada en la producción de plutonio.
El informe de la OIEA muestra que Irán sigue adelante con su programa de enriquecimiento de uranio a pesar de que Israel y los países occidentales
están esperando para ver si Rohaní da pasos para aliviar la tensión con Occidente, que sigue insistiendo en que su programa nuclear tiene objetivos militares.
El analista internacional, Julio Gambina, opina que la polémica en torno a las investigaciones nucleares iraníes se debe a que Estados Unidos intenta eliminar la competencia en la carrera armamentística.