En abril, la agencia alemana, que no tiene autorización para incoar causas penales, anunció el inicio de una investigación sobre 50 supuestos guardias del campo, algunos de los cuales ya fallecidos.
"A los sospechosos todavía no se les ha notificado" que han atraído la atención de los organismos de seguridad, señaló el fiscal general Kurt Shrimm en sus declaraciones al rotativo 'Tageszeitung'. Según él, se trata en general de personas nacidas entre 1920 y 1925, y que actualmente viven en distintas regiones de Alemania. Una vez remitidos los documentos, la fiscalía decidirá si emprende una acción penal contra ellas.
Caso Demianiuk
Pero ¿por qué este asunto ha tardado tanto en llegar a los juzgados? En Alemania, los crímenes de lesa humanidad no prescriben, pero hasta 2011 los tribunales alemanes no enjuiciaron a guardias del campo, puesto que para ello hacían falta pruebas que demostraran que participaron en las atrocidades.
Sin embargo, hace dos años, un tribunal de Múnich condenó a Iván Demianiuk, antiguo guardia del campo de exterminio de Sobibor (también en Polonia), a cinco años de prisión por su participación en el asesinato de más de 27.000 judíos. A falta de pruebas de su involucración directa en los asesinatos, el tribunal consideró que el mero hecho de haber prestado servicio en Sobibor equivalía a ser cómplice de los crímenes. Esta decisión supuso un punto de inflexión en la búsqueda de antiguos nazis, ya demostró que es posible llevarlos a los tribunales.
Después de los juicios a la cúpula del Tercer Reich (los Juicios de Núremberg), se presentaron cargos de crímenes de guerra contra un total de 106.000 uniformados. Aproximadamente 13.000 de ellos fueron llevados a tribunales y tan solo la mitad fueron hallados culpables.