Estados Unidos conmemoró ayer a las víctimas del ataque terrorista contra el edificio Alfred P. Murrah, en la ciudad de Oklahoma, hace 15 años. En ese atentado murieron 168 personas, entre ellas 19 jóvenes, y más de 600 resultaron heridas.
Cientos de personas, supervivientes del edificio público que fue explosionado, junto con los parientes de las víctimas se reunieron en el Memorial Nacional de Oklahoma City para recordar este triste suceso. La ceremonia conmemorativa comenzó con un silencio que duró 168 segundos, por el número de víctimas.
El atentado de Oklahoma en 1995 fue el ataque más sangriento realizado en territorio estadounidense hasta el 11 de septiembre de 2001, declaró Janet Napolitano, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, en su alocución a los participantes en el acto. La ministra subrayó que es necesario vigilar "las ideologías de odio que llevaron a este ataque" y "presentar un frente unido para acabar con ellas".
Hay que recordar que el autor del atentado, el ex soldado y miembro de una organización de extrema derecha Timothy McVeigh, confesó que cometió este delito para vengarse por las acciones de la policía norteamericana que sitió un rancho de la secta religiosa de los Davidianos el 19 de abril de 1993. Durante esa operación murieron más de 80 personas. McVeigh fue condenado por asesinato y ejecutado en el año 2001.