"Es cierto que el abandono del Reino Unido, el aliado principal de EE.UU. en esta campaña que quiere iniciar el presidente Obama, es un val de agua fría a las intenciones de instalar un ataque preventivo sobre la república de Siria", sostiene el experto.
Esto podría hacer que el Gobierno estadounidense vuelva a considerar la idea del ataque, cree Pereyra Mele, que opina que "estas discusiones pueden a su vez llevar a largas esta posibilidad de otorgarle o no el mandato al presidente de EE.UU. de poder iniciar estas operaciones por encima de cualquier decisión que tomen las Naciones Unidas o fuera de las decisiones que tome el Consejo de Seguridad de la ONU". "Evidentemente es un cuello de botella para la Administración de Obama", añade.