"Sin duda, el Estado es el único responsable y culpable. Antaño se colocaba a los esclavos en la línea de fuego como blancos para las flechas. Hoy en día, los ciudadanos israelíes de ascendencia árabe en el norte del país están en la misma situación. Somos escudos humanos ante cualquier ofensiva con misiles contra Israel", dice Sami Muhanna, un ciudadano de etnia árabe.
Por su parte, el Ministerio israelí de Defensa promete garantizar una preparación adecuada ante cualquier guerra no planeada, pese a los recortes en su presupuesto anunciados el pasado mes de julio.
"Israel es el país más amenazado del mundo. Estamos hablando de 50.000 o 60.000 cohetes que podrían ser enviados aquí, y por eso tenemos que estar preparados", explica Avi David, coordinador jefe del Ministerio de Defensa israelí.
Menachem Pinsky, un judío ortodoxo padre de dos hijos, lejos de sentirse amparado en caso de guerra, muestra su enfado al no poder ponerse una máscara antigás estándar. "No puedo cortar mi barba para que quepa en la máscara antigás. La barba es parte del ser judío. Dejarla crecer significa respetar la vida humana y yo no debería ser forzado a quitármela en tiempos de guerra solamente porque [la cara] no entra en la máscara que el Gobierno me da", sostiene Menachem Pinsky, un judío ortodoxo.
El conflicto en Siria
Un grupo de expertos de la ONU intenta precisar la autoría de un ataque con armas químicas perpetrado la semana pasada en Siria. Los investigadores abandonaron Siria este sábado y estiman que el análisis de las muestras que han recopilado podría durar unas dos semanas.EE.UU. no tiene duda de que detrás de esa masacre está el presidente sirio Bashar al Assad, por lo que se plantea hacer una intervención militar humanitaria en este país árabe. Rusia califica las acusaciones de EE.UU. contra Siria de "provocación".
Por su parte, Assad afirma que su Gobierno no es el responsable del ataque que le atribuye Occidente y que, caso de ser bombardeado, su país se defenderá.