El país que más se beneficiaría de un conflicto militar entre EE.UU. y Siria es Arabia Saudita, ya que su 'juego' es mucho más global de lo que puede parecer a simple vista, sostiene el abogado, escritor, activista político y famoso bloguero estadounidense Michael T. Snyder.
"Ellos ya han invertido miles de millones de dólares en el conflicto en Siria, pero hasta ahora no han tenido éxito en sus intentos por derrocar al régimen de Assad. Ahora los saudíes están tratando de jugar su carta de triunfo, la de los militares de EE.UU. Si tienen éxito conseguirán enfrentar a los dos grandes enemigos estratégicos a largo plazo del Islam sunita: a EE.UU. e Israel por un lado y al Islam chiíta por otro. En esta situación, cuanto más daño se causen las partes enfrentadas entre sí, más más contentos estarán los sunitas", dice el experto en su blog 'The Economic Collapse'.
La cuestión siria 'huele' a gas natural
Pero también hay otros países que saldrían ganando de una guerra entre EE.UU. y Siria. "Es bien sabido que Catar quiere construir un gasoducto de gas natural desde el Golfo Pérsico a Europa a través de territorio sirio y turco. Y es por esta razón que Catar también ha estado invirtiendo miles de millones de dólares en la guerra civil en Siria", explica Michael T. Snyder.
Catar es el tercer país del mundo después de Rusia e Irán por sus reservas de gas. Suministra gas licuado, ya que no tiene gasoductos, pero dispone de una gran flota de aviones cisterna. De este modo, si en Siria llegara al poder un líder favorable a Occidente, en el futuro el oleoducto 'Catar - Arabia Saudita - Siria - Turquía' se convertirá en una realidad. El interés personal del emir de Catar, Sheikh Hamad, y del rey saudita, Abdalá, por construir un gasoducto desde la península arábiga a Europa preocupa también a Turquía, por cuyo territorio podría pasar, razón por la que el asunto también ha cobrado importancia para Erdogan.
El famoso politólogo armenio Levon Melik-Shahnazaryan señala a Turquía como otro 'jugador' importante interesado en que se produzca un ataque estadounidense contra Siria. "Ankara tiene distintos intereses en una posible guerra", dice el experto al diario 'Voz de Armenia', nombrando entre los principales, aparte del asunto de gas, " una perspectiva de ampliación de su territorio usando las provincias norteñas de Siria" y "la necesidad de neutralizar la amenaza de parte de Irán", todo ello estimulado por la aspiraciones de Turquía de convertirse en líder regional.
El historiador y bloguero Alexandr Gorbenko enumera entre otros intereses de Turquía en Siria la cuestión kurda, como "una de las más importantes para la futura integridad estatal turca". "Turquía necesita que en Siria llegue al poder alguien que dependa de su ayuda. El país participa tan activamente en los asuntos de Siria con la esperanza de evitar la creación de un estado kurdo fuera de su territorio", dice el experto.
"Turquía es el único país que tiene un interés real en la invasión de Siria. A diferencia de los países occidentales, que han entrado en la fase de decadencia, Turquía tiene el potencial y el deseo de llegar a ser algo más de lo que ahora es. Por lo tanto, su influencia en la región se incrementará", asegura Alexandr Gorbenko.
¿Qué intereses mueven los hilos de Occidente?
"Los que cabildean el conflicto son Turquía, Catar y Arabia Saudita", resume tajante Yevgeni Satanovski, presidente del Instituto ruso de Oriente Medio.
"Lo hacen por las razones religiosas, y también tienen ciertos motivos económicos. Es parte de una gran guerra entre sunitas y chiitas [...]. Antes de atacar a Irán quieren privarlo de su único aliado en la región", afirma Satanovski.
"En lo que toca al Reino Unido, Francia y EE.UU., en gran medida en su política en Oriente Medio no se mueven por sus propios intereses, sino por los intereses de los países mencionados. En este caso, a mi parecer, se trata de una situación en que 'la cola menea al perro'", indica el politólogo.
Lea aquí por qué una guerra entre EE.UU. y Siria no sería beneficiosa para Israel
Lea aquí por qué una guerra entre EE.UU. y Siria no sería beneficiosa para EE.UU.