"Varios centenares de reservistas movilizados la semana pasada han recibido ya permiso para regresar a casa", ha informado la radio israelí Reshet Bet. Aunque varios soldados en la reserva aún permanecen en las bases militares. Durante los próximos dos días podrían también regresar a sus casas.
La movilización de las fuerzas militares fue suspendida tras el aplazamiento del ataque de EE.UU. contra Siria y la consecuente disminución de la tensión en la frontera entre Israel y Siria.
Fuentes militares israelíes declaran que, de ser necesario, los reservistas serán llamados de nuevo a las bases, concretamente a las de la Fuerza Aérea, la Defensa Aérea, las unidades de inteligencia y los servicios de retaguardia estacionados en el norte del país.
El 28 de agosto se llevó a cabo la movilización limitada de unos 1.000 reservistas israelíes
debido a la amenaza de un posible ataque con misiles por parte de Siria asociado a la probabilidad de una operación militar del Occidente contra el país árabe.
Sin embargo, el Parlamento del Reino Unido no ha aprobado la propuesta del Gobierno de participar en el ataque contra Siria. Por otro lado, el 31 de agosto el presidente de EE.UU., Barak Obama, afirmó que era necesario llevar a cabo una operación militar contra "el régimen de Assad", pero esta debe ser aprobada por el Congreso, por lo que la discusión de la propuesta fue planeada para el 9 de septiembre de 2013 en la Cámara de Diputados y podría durar varios días.
La dirección de las Fuerzas de Defensa Israelíes considera que la probabilidad de un ataque por parte de Siria sin una operación militar de Occidente es muy débil. Por ese motivo se decidido desmovilizar los reservistas, aunque continúan en estado de alerta los sistemas de defensa aérea y defensa antimisiles Iron Dome (Cúpula de Hierro), Patriot y Arrow-3 (Hetz-3).