Los archivos de la NSA y de la agencia británica de inteligencia, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés), llegaron a manos del periódico 'The Guardian', que publicó sus detalles en asociación con 'The New York Times' y 'ProPublica'.
Según los documentos, en el marco del programa de alto secreto Bullrun, la NSA, junto con los servicios de inteligencia británicos, ha desarrollado formas de eludir los sistemas de cifrado utilizados por miles de millones de usuarios de la red en todo el mundo para proteger la privacidad de sus datos personales, transacciones en línea y correos electrónicos.
Para lograr sus objetivos, aparte de usar potentes supercomputadoras, las agencias tienen acuerdos tácitos con las empresas de tecnología encargadas de elaborar 'software' de protección, que les permiten dejar 'fisuras' (las llamadas 'backdoors', o 'puertas traseras') en los mecanismos de encriptación para poder penetrar en ellos.
Los documentos mencionan que ya en el año 2000 EE.UU. logró promover el algoritmo AES como el estándar internacional de encriptación. Este algoritmo tiene una vulnerabilidad en su aparato de funcionamiento, lo que permite a las agencias de inteligencia descifrar rápidamente los mensajes protegidos por cualquier sistema que utiliza este común algoritmo.
Desde entonces, la inteligencia de EE.UU. realiza estas actividades, gastando alrededor de 250 millones de dólares al año en dicho programa. Por su parte, el GCHQ, publica 'The Guardian', durante varios años trató de conseguir el acceso al tráfico encriptado de Internet de las empresas Google, Yahoo, Microsoft y Facebook.
Según el famoso experto estadounidense en el campo de la criptografía, Bruce Schneier, esta práctica "socava la misma esencia de la red global", ya que "la credibilidad de Internet depende en gran medida de una encriptación segura”.
El experto concluyó que con sus acciones "las agencias de inteligencia minan deliberadamente la seguridad cibernética" y agregó que siguiendo la táctica de espiar a todo el mundo, "el Gobierno de EE.UU. traiciona a Internet".