Los expertos del sitio tp.chinamil.com.cn no han podido especificar cuántos y ni qué buques de la Armada china han zarpado hacia las costas de Siria, pero sí parecen conocer la misión que cumplirán.
Dicen que la flotilla no participará de ningún modo en un eventual conflicto bélico internacional, sino que vigilará la actuación de los navíos de la OTAN y Rusia. No obstante, está equipada con misiles de combate.
Mientras tanto, un usuario de la red social rusa vk.com fue testigo del paso de un buque de guerra chino de la serie Jinggangshan por el mar Rojo hacia el canal de Suez. El testigo destacó la gran velocidad, 14 nudos, a la que este se desplazaba.
Horas después los expertos militares chinos precisaron que se trataba de un "buque-dársena", capaz de portar a bordo una nave de desembarco sobre un cojín de aire de tamaño menor u otras cargas con dimensiones considerables.
Por su parte, Rusia ya había avisado de sus planes de reforzar su presencia permanente de buques de guerra en el Mediterráneo oriental con dos destructores y un crucero de misiles. Este viernes ha decidido mandar también un buque de desembarco. En total, la flotilla rusa contará en los próximos días con siete navíos grandes portadores de armamento pesado.
EE.UU. también está reforzando su presencia militar en la región, donde mantiene cinco destructores y un buque anfibio. Esta táctica está relacionada con los planes de atacar Siria antes de que se conozcan los resultados de la investigación del uso de armas químicas en las afueras de Damasco que llevan a cabo los expertos de las Naciones Unidas.