El incidente ocurrió la noche del 31 de diciembre de 2010 en la prisión estatal de Smith en Glenville, pero solo ahora el material ha sido difundido por presión de los familiares y la defensa de las víctimas.
Según la información, en aquella época se llevó a cabo una manifestación pacífica de los reos en la prisión, en protesta contra las condiciones antihigiénicas y trabajos forzados sin remuneración alguna a los que estaban sometidos.
Como respuesta, los guardias tomaron a dos reclusos que se rehusaban a obedecer sus órdenes y los llevaron a un área de la prisión sin cámaras de seguridad, donde los esposaron y golpearon brutalmente. Sin embargo, los funcionarios no sabían que alguien filmaba el incidente con un teléfono móvil.
En un principio se negó que este hecho hubiera ocurrido, pero casi tres años después la Oficina de Investigaciones de Georgia (GBI, por sus siglas en inglés) ha decidido publicar el material por la presión de los familiares de una de las víctimas y su abogado, quienes piden justicia en este "caso salvaje e inhumano".
"El funcionario responsable de esta salvajada no ha podido ser identificado todavía, porque ningún fiscal del distrito, agente del GBI ni tampoco sus compañeros de trabajo revelan su identidad", comentaron los abogados defensores.
Los oficiales de policía, carceleros y otros agentes del gobierno que perpetran actos violentos nunca afrontan las consecuencias de su delito. Y el responsable de esta salvaje golpiza está protegido por sus cómplices, por lo que no ha sido procesado, resalta por su parte Intellihub.com.