En total 15 personas murieron en el ataque, que tuvo lugar en una provincia oriental del país, una región con fuerte presencia de talibanes, destaca AP.
Entre los civiles fallecidos se encuentran mujeres y niños.
Sin embargo, un portavoz de la OTAN afirmó que “un ataque de precisión mató a 10 insurgentes y que no había informes sorbe civiles muertos”.
En febrero el presidente afgano, Hamid Karzai, emitió un decreto que prohíbe a sus tropas recurrir a la ayuda militar de la OTAN, de forma que las fuerzas militares afganas sean paulatinamente las únicas que garanticen la seguridad de sus ciudadanos.
La decisión fue tomada con el objetivo de poner fin a las numerosas víctimas civiles causadas por los ataques de la OTAN ya que estas tensan las relaciones de Afganistán con sus aliados internacionales en vísperas de la retirada de las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en 2014.