El modelo del nuevo aparato espacial reutilizable fue presentado en el salón aeronáutico MAKS 2013, que se celebró recientemente en las afueras de Moscú. Entre los principales constructores del proyecto se encuentran la corporación RKK Energía y la Universidad nacional tecnológica de investigación (MISIS).
Como explica Vladímir Pirozhkov, presidente del Centro de diseño industrial e innovaciones
de MISIS, el recubrimiento del futuro aparato espacial estará hecho de un nuevo material ultraligero que protege a la nave de temperaturas de miles de grados durante su vuelo atmosférico.
Otro aspecto principalmente innovador está relacionado con el bloque de lanzamiento, que permite al aparato alcanzar tanto la órbita lunar, como la Estación Espacial Internacional.
Entre las mejoras revolucionarias de la nueva nave se incluye también el sistema de saneamiento. “Creo que no es necesario explicar que el uso del sistema de saneamiento es más cómodo que el de los pañales, que están previstos para los astronautas de la nave [estadounidense] Orion”, indicó Pirozhkov.
Los sistemas del nuevo aparato ruso superan las análogas tecnologías de los modelos norteamericanos como la Orion de la compañía Lockheed Martin, que a día de hoy también está realizando pruebas técnicas. “La construcción de nuestra nave permite a los cosmonautas ponerse de pie y levantarse. Esto es una importante diferencia con el nuevo aparato diseñado por la compañía Lockheed Martin para la NASA, en el cual los astronautas tienen que estar en una posición semidoblada, que no es nada cómoda”, concluyó Pirozhkov.
Según asegura Pirozhkov, las primeras pruebas de lanzamiento no tripuladas de la nueva nave están previstas para el año 2017 o 2018, y el lanzamiento tripulado se llevará a cabo en 2020.