"Resulta indignante e inaceptable que ahora, de manera descarada y prepotente, pretendan despojar a la nación del sector energético para cancelar por completo el futuro del pueblo y de las nuevas generaciones", afirmó Obrador.
El político izquierdista prometió públicamente bloquear los planes del Gobierno de implementar el sector privado en la extracción del crudo mediante una "movilización ciudadana pacífica", y llamó a organizar más protestas este mes por todo el país.
La mayor petrolera estatal de México, Pemex, que se dedica a la explotación del crudo, la producción de sus derivados y su distribución, actualmente sufre una caída significante de la producción y necesita una modernización urgente.
El agosto pasado, Enrique Peña Nieto propuso en el Parlamento mexicano una reforma energética, argumentando que hacen falta tecnologías e inversiones extranjeras para que la compañía estatal salga del rezago.
Sin embargo, los opositores a la iniciativa del Gobierno temen que ello podría abrir las puertas a la privatización de Pemex y de la producción petrolera del país.
"Nos quieren quitar nuestra riqueza natural, que es lo único que nos queda", protesta una manifestante de 58 años, María Elena Chávez, tocada con un casco con el lema "Pemex no se vende".
Cabe señalar que la reforma planeada por la Administración mexicana exige modificar la Constitución actual del país, que prohíbe compartir las ganancias de las empresas estatales.