"Consideramos este paso una parte de los esfuerzos para prevenir cualquier acción militar contra Siria", afirmó la portavoz del Ministerio, Marzieh Afjam, subrayando que la Teherán aboga por la prohibición de las armas de destrucción masiva en la región. Puntualizó, además, que el proceso de desarme debe incluir también a los rebeldes sirios.
El vice ministro iraní de Exteriores, Hoséin Amir Abdolahián, por su parte, insistió en que Teherán cuenta con pruebas de que fueron los terroristas y no las tropas gubernamentales quienes usaron armas químicas en Siria y detalló que estas pruebas fueron entregadas a los Estados Unidos. Añadió además que Irán duda de que EE.UU. sea sincero a la hora de abogar por la entrega del arsenal químico como salida de la crisis.
Este lunes el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, anunció durante una rueda de prensa en Londres que las autoridades sirias podrían evitar una operación militar de Washington si entregaran sus arsenales químicos bajo el control internacional. Pocas horas más tarde el Departamento de Estado puntualizó que Kerry no hablaba de un escenario concreto, sino que recurrió a "un argumento retórico", pero los líderes mundiales tomaron esta opción en consideración. Moscú planteó la propuesta ante Damasco de poner sus armas químicas bajo control internacional y esta iniciativa fue apoyada por el Gobierno sirio.
El Departamento de Estado de EE.UU. emitió en respuesta un comunicado anunciando que no quieren que la propuesta de Rusia sea otra "táctica dilatoria", pero horas más tarde el presidente Barack Obama aseguró que si su homólogo sirio acepta la propuesta rusa, la opción de un ataque militar quedaría "completamente" suspendida.