El prototipo del nuevo misil antibuque fue desarrollado a partir del misil de crucero aire-tierra de largo alcance JASSM-ER y va equipado con munición perforante y ojivas altamente explosivas. Es un arma autónoma que puede ser usada bajo cualquier tipo de clima.
En particular, el misil cuenta con línea de transmisión de datos, un modernizado sistema de navegación por satélite protegido de interferencias para detectar y eliminar blancos clave. A diferencia del JASSM-ER, este misil presenta nuevos sistemas de control: no de tipo 'disparar y olvidar', sino de 'disparar y cambiar de opinión', o sea cambiar su trayectoria.
Las pruebas, que han sido calificadas de exitosas, fueron realizadas a bordo del bombardero B-1B Lancer. El ensayo corrió a cargo de la 337ª Escuadrilla de Pruebas de la Fuerza Aérea de EE.UU. La creación del nuevo prototipo del misil antibuque se responde a la necesidad de reemplazar los misiles de la marina de guerra de EE.UU., que carecen de suficiente autonomía de vuelo y son vulnerables al intentar romper el moderno sistemas de defensa naval.
Además de probar el misil, EE.UU. llevó a cabo el primer test de funcionamiento del sistema de defensa de misiles THAAD (Terminal de Defensa de Alta Altitud), de Lockheed Martin Corp, interceptando dos misiles balísticos de medio alcance que fueron enviados de forma casi simultánea. La prueba también permitió calibrar su capacidad para compaginar su uso con el destructor USS guiado por cohetes de clase Aegis.
El Departamento de Defensa dijo que las pruebas fueron planeadas hace más de un año y que no tienen nada que ver con los acontecimientos en Oriente Medio, donde Estados Unidos estaba sopesando la posibilidad de lanzar un ataque limitado a Siria hasta que Rusia propuso el lunes poner las armas químicas de Siria bajo control internacional y la Casa Blanca pasó a considerar este plan como una posible solución.