La cruzada al revés
Los islamistas ocuparon la ciudad la semana pasada, atacando varios de sus recintos religiosos y provocando la huida de muchos de los ciudadanos a Damasco y otros lugares. Algunos de los locales fueron matados, entre ellos el alcalde, el líder de una de las iglesias y varios civiles, según las fuentes.Un ciudadano fue convertido al islam por la fuerza, según testigos. Los islamistas hicieron que el hombre repitiera varias veces "no hay más dios que Alá" y rieron, diciendo "ahora es uno de nosotros", según contó un ciudadano que lo vio.
Hola, matamos a tu novio
Tanto los rebeldes como el Ejército y la milicia gubernamental han sufrido víctimas mortales y decenas de heridos. Rasha, la novia de uno de los milicianos asesinados, cuenta: "Le llamé por teléfono y uno de ellos contestó. 'Muy buenos días', dijo. 'Su novio era miembro de shabiha (milicia progubernamental) y lo degollamos'". Los rebeldes ofrecieron a Atef, el novio de Rasha, convertirse al islam, pero él se negó, añade la mujer.El martes los rebeldes anunciaron que abandonarían Maalula bajo la condición de que las fuerzas del Gobierno no entraran. "El Ejército y shabiha no deben entrar en la ciudad", dijo el portavoz de los rebeldes en un video difundido en internet.
El idioma de Cristo
Maalula, un enclave a 56 kilómetros al noroeste de Damasco, es considerado un símbolo de la presencia cristiana en Siria, aunque los cristianos en la ciudad convivían en paz con los musulmenes. Su peculiaridad es que sus ciudadanos hablan el idioma de Jesucristo, el arameo, o, mejor dicho, una variante moderna. "Maalula es la herida de Jesucristo", con estas palabras deploraban los ciudadanos a los muertos durante un funeral en Damasco.La mayoría de los cristianos locales pertenecen a la Iglesia greco-católica Melquita. Su población varía entre 1.000 y 5.000 habitantes dependiendo de la temporada: en invierno muchos viven en otras ciudades y regresan para veranear.