Los detalles del acuerdo de intercambio de inteligencia figuran en un memorando de entendimiento entre la NSA y su homólogo israelí que muestra que el Gobierno de EE.UU. suele entregar a Israel las comunicaciones interceptadas, que pueden contener llamadas telefónicas y correos electrónicos de sus ciudadanos. El acuerdo no estipula límites sobre el uso de los datos por parte de los israelíes.
La revelación contrasta con las garantías de la Administración Obama de que existen medidas rigurosas para proteger la privacidad de los ciudadanos estadounidenses 'atrapados' en la redada. La revelación deja claro que la información que se comparte con los israelíes casi no sufre ningún cambio.
El acuerdo fue alcanzado en marzo de 2009 según el memorando sin fecha, que establece las normas básicas para el intercambio de inteligencia.
Este documento, de cinco páginas de extensión, incluye el acuerdo entre Washington y la inteligencia de Israel sobre "la protección de las personas estadounidenses" y subraya, en varias ocasiones, que deben respetarse los derechos de privacidad de los ciudadanos de EE.UU. Sin embargo, según 'The Guardian', estas premisas se ven "socavadas" por el hecho de que la inteligencia israelí recibe los datos 'en bruto', es decir, "sin reducir, puntos esenciales, faxes, telex, mensajes de voz y metadatos de la Red de Inteligencia Digital y su contenido".
Según el documento, los datos fueron entregados a una división secreta de la inteligencia israelí. Según la información del sitio Ynet, se trata de la Unidad 8200 del cuerpo de inteligencia militar israelí. La Unidad 8200 se refiere a las estructuras secretas del Ejército israelí. Según la página, la Unidad se dedica a la guerra en el ciberespacio y la inteligencia de radio y electrónica.