Sin EE.UU., la guerra civil en Siria no existiría
El analista opina que los estadounidenses oyen hablar sobre quiénes son sus enemigos sin recibir apenas explicaciones o justificaciones. "Apoyamos ciegamente nuestra prerrogativa patriótica sin saber la causa del conflicto o de la naturaleza del blanco que debíamos aniquilar", dice Smith, que añade: "nos estaban involucrando de una guerra en otra". Según el analista, los estadounidenses son "la herramienta de la destrucción total" y "el arma cargada en la mano del diablo".
Smith cree que no es lógico tachar a Siria de "enemigo", ya que el Gobierno sirio "no representa ninguna amenaza inmediata para Estados Unidos". "De hecho, la guerra civil que ahora está propagándose dentro de sus fronteras ha sido completamente fabricada por nuestro propio gobierno. La insurgencia ha sido financiada, armada, entrenada y dirigida por la comunidad de inteligencia de EE.UU.", afirma. "Sin EE.UU., la guerra civil en Siria no existiría", recalca.
Somos el arma cargada en la mano del diablo
Intentando responder a la pregunta de quién representa una amenaza legítima para EE.UU. y sus principios, Smith reitera que hay un grupo de personas que representan "una amenaza significativa para el estilo de vida americano en todos los niveles imaginables". Estas personas, explica el analista, no viven al otro lado del mundo, no llevan vestimenta extranjera o hablan otro idioma. "Se ven igual que tú y que yo, y viven en Washington", subraya.
"Los hombres que se hicieron pasar por los defensores liberales de la paz no defienden echando espuma por la boca la posibilidad de derramamiento de sangre. Los hombres que una vez se hicieron pasar por conservadores fiscales ahora claman por una mayor financiación federal para impulsar la máquina de guerra de EE.UU. Los hombres que decían representar a los ciudadanos ahora pasan por alto todas las llamadas a la cordura en busca de la dominación global", explica.
Para entender quién es el verdadero enemigo, dice Smith, basta con apartar la mirada de Oriente Medio y fijarse en Washington. "La mala voluntad en relación a la libertad en manos de los dirigentes de los partidos Demócrata y Republicano es evidente en el apoyo del Congreso a los rescates bancarios, a la Ley Patriótica, a la Ley de Autorización de Defensa Nacional, a las directivas sobre asesinato doméstico del presidente, a la postura de no intervención en la vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad Nacional, entre otras cosas", concluye el analista.