Bélgica sin Gobierno tras fuerte crisis entre las comunidades lingüísticas
El Gobierno Federal de Bélgica ha presentado su dimisión tras una crisis en las relaciones entre las comunidades francófonas y flamencas. El anuncio lo hizo el primer ministro, Yves Leterme, en una reunión de emergencia del Gabinete. Fue un intento para salvar a la coalición gobernante, que terminó sin éxito. La dimisión del gabinete será transferida pronto al Rey de los belgas, Alberto II. La crisis de Gobierno en Bélgica tiene lugar dos meses antes del comienzo de la presidencia belga de la Unión Europea.
Según las estimaciones de los expertos, la caída del Consejo de Ministros, creado por el ex primer ministro de Bélgica, Van Rompeem, dañará a la imagen de toda la UE.
El deterioro de las relaciones entre las comunidades lingüísticas en Bélgica (flamencos, cerca de seis millones de personas, y valones, cuatro millones) llevó a la desintegración de la coalición gobernante y la caída del gobierno federal del reino. Por el momento, Yves Leterme presentó su dimisión al Rey Alberto II de Bélgica. En la declaración al monarca afirmó: "En las circunstancias actuales la crisis política es extremadamente inoportuna y provoca daños graves, tanto en la situación socio- económica del bienestar de los ciudadanos, como en el papel de Bélgica en la escena europea."
Lo preocupante de la actual crisis es que va a tener una amplia resonancia para toda la UE. En primer lugar, porque sólo dos meses después, el 1 de julio de este año, debería comenzar la Presidencia belga de la UE. En segundo lugar, Yves Leterme es uno de los líderes del mismo partido, los Demócrata- Cristianos y Flamencos (CCF), al que pertenece el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, de origen flamenco. Actualmente se rompió el mismo gabinete que a lo largo de 2009 fue dirigido por Van Rompuy y que pasó a manos de Leterme casi sin cambios. Por lo tanto, en tercer lugar, si en diciembre del año pasado el primer ministro de Bélgica, Van Rompuy, no hubiera sido elegido para la Presidencia del Consejo de la UE, él mismo sería el que estaría presentando ahora al rey su renuncia. Pero a día de hoy aún seguía firmando autógrafos en sus libros de haikus (poesías japonesas cortas), recientemente publicados.
La causa de la crisis fue una de las cuestiones claves de la política territorial de Bélgica, la del último distrito bilingüe electoral del país, el de Bruselas- Halle- Vilvoorde. El 21 de abril las negociaciones sobre este asunto entre valones y flamencos, principales partidos políticos, terminaron sin resultado.
La sección flamenca exige el reparto del distrito electoral en dos partes: la de Bruselas, francófona, seguiría siendo un distrito separado y una zona de los suburbios de las 35 comunas flamencas debería adherirse a los distritos electorales de la provincia de Barabant, en cuyo territorio se encuentra la capital belga. Por el contrario, la parte valona teme que esta escisión sea otro paso hacia una Bélgica dividida.