El método en este caso no se diferencia mucho de una simple conexión que suele realizarse en todo el mundo. En concreto el usuario se conecta primero a un servidor del proveedor de internet, el cual posteriormente redirige su demanda a la red. La NSA interfiere en el funcionamiento del proveedor de la web colocando un clon del buscador. Una vez que el internauta usa ese recurso, automáticamente se redirige el tráfico 'online' a los servidores de esta agencia.
Dichas filtraciones salieron a la luz la semana pasada a través de la cadena de noticias brasileña Globo. El informe denuncia el espionaje de la NSA contra la compañía petrolera estatal de Brasil, Petrobras, mencionando además la intercepción de información de los servicios de Google.
"En cuanto a los recientes informes de que el Gobierno de EE.UU. ha encontrado formas de burlar los sistemas de seguridad, no tenemos ninguna evidencia de que tal cosa ocurra. Proveemos los datos de nuestros usuarios a los gobiernos únicamente de conformidad con la ley", dijo el portavoz de Google Jay Nancarrow.
Los analistas advierten que para la NSA el hecho de visitar un sitio que contradice sus intereses es suficiente para librar el espionaje. "En realidad intentar robar los datos de búsquedas de un usuario suponemos que la NSA lo que pretende, lo que trata es de buscar perfiles de ciertas personas que busquen palabras concretas y que entren en webs determinadas que la NSA considere que forman parte del supuesto 'eje del mal' o que forman parte de algo que no está a favor de sus intereses y tratan de buscar perfiles", comenta el bloguero e investigador de las conspiraciones Jose Luis Camacho.
"Lo hacen sencillamente revisando las búsquedas de aquellas personas que entran en sitios que podíamos denominar sensibles para la NSA", asegura.