Cuando fue derrocado en 1979, EE.UU. "se volcó casi de inmediato en apoyar a Saddam Hussein en una arremetida contra Irán, que mató a cientos de miles de iraníes y en la que hubo un amplio uso de armas químicas", explica el filósofo y activista, que recuerda cómo al mismo tiempo "Saddam atacó a su población kurda con horribles ataques con armas químicas apoyado por EE.UU.".
Saddam atacó a su población kurda con horribles ataques con armas químicas, apoyado por EE.UU.El apoyo de Washington a Hussein era tan notorio durante los gobiernos de Reagan y la primera administración Bush, que George H.W. Bush, el primer Bush, "justo después de la guerra, en 1989, invitó a ingenieros nucleares iraquíes a EE.UU. para que se formaran en la producción de armas nucleares", explicó el académico en una entrevista concedida a 'Democracy Now'.
Desde entonces, EE.UU. ha impuesto a Irán duras sanciones que continúan hasta la fecha. "Así que ahora tenemos un registro de 60 años de torturar a los iraníes. No prestamos atención a ello, pero pueden estar seguros de que ellos lo hacen, y con buena razón".
Chomsky también dijo que "como señala la Inteligencia de EE.UU., Irán tiene muy poca capacidad de desplegar su fuerza", y tiene un presupuesto militar bajo, "incluso para los estándares regionales". Aunque, no obstante, sí tiene una estrategia de disuasión que estaría bien argumentada.
"Está rodeado por las potencias nucleares que están respaldados por Estados Unidos y se han negado a firmar el Tratado de No Proliferación. Israel, India y Pakistán, cuyas armas nucleares fueron desarrolladas con ayuda de EE.UU.", afirma el catedrático del MIT.
Estados Unidos e Israel, "están constantemente amenazando a Irán con un ataque", afirma Chomsky, reiterando que eso supone una violación de la Carta de las Naciones Unidas que prohíbe la amenaza o el uso de la fuerza. Pero EE.UU. "se auto-inmuniza ante el derecho internacional" y sus aliados "heredan ese derecho", agregó.