"Al obligar a Siria a admitir que tiene arsenales de armas de destrucción masiva y dar pasos hacia su eliminación, Washington y Moscú podrían convencer a los vecinos de Siria [Israel] para que en el futuro sigan su ejemplo", publica el diario estadounidense 'The Wall Street Journal', citando fuentes diplomáticas occidentales y árabes.
Esta semana salieron a la luz documentos de la CIA que indican que Israel fabricó en secreto su propio arsenal de armas químicas y biológicas hace décadas. Algunos analistas consideran que este informe alienta aún más las reclamaciones de los estados árabes que acusan a Israel de poseer armas de destrucción masiva, nucleares incluidas.
Según el diario, Siria ha insinuado que podría poner como condición previa a la entrega de su arsenal químico que Israel también entregue de sus armas de destrucción masiva.
"Las armas químicas en Siria son una medida para contener el arsenal nuclear de Israel", dijo este jueves el embajador sirio de la ONU, Bashar Jafari, que anunció la adhesión de su país a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, una de las condiciones del plan ruso propuesto a Damasco para evitar una acción militar de EE.UU.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, recordó que la comunidad internacional sabe que Siria tiene en su poder un arsenal de armas químicas, debido —dice— a que lo han considerado como una alternativa frente a la amenaza de las armas nucleares de Israel.
Los funcionarios israelíes tienen la costumbre de no comentar las acusaciones sobre las armas de destrucción masiva que, supuestamente, posee.
Israel firmó la Convención sobre Armas Químicas de 1993, que entró en vigor en 1997, pero nunca la ha ratificado. Queda también por ver si Tel Aviv ratifica ahora
la Convención sobre Armas Biológicas de 1972.
Hasta ahora, la Convención de Armas Químicas ha sido firmada y ratificada por 189 países.
Siria era hasta ahora uno de los siete países miembros de Naciones Unidas que no había firmado la Convención sobre armas químicas de 1997. Así, Birmania e Israel lo han firmado pero todavía no lo han ratificado, mientras que Angola, Corea del Norte, Egipto y Sudán del Sur, no la han firmado.