En un programa del canal televisivo ABC Obama defendió su posición acerca del conflicto sirio y rechazó que su comportamiento en el conflicto sea contradictorio.
"No me preocupa tanto el estilo de mis acciones. Me preocupa más realizar la política correcta", dijo. "Mi objetivo es que lo que pasó el 21 de agosto no vuelva a pasar", añadió.
Obama reconoció que la participación del presidente ruso ha resultado muy productiva, y añadió que Siria debe presentar pruebas contundentes de la destrucción de todas las armas químicas.
"A pesar de todas nuestras diferencias, creo que Vladímir Putin juega un papel muy importante", dijo Obama. "Aplaudo su participación. No estamos en la guerra fría, no hay competición entre EE.UU. y Rusia".
Sin embargo, insistió en atribuir al régimen de Bashar al Assad el uso de armas químicas: "Nadie en el mundo puede tomar en serio la idea de que lo hicieron los rebeldes".
El presidente estadounidense confirmó también que había intercambiado cartas con el presidente iraní Hasán Rohaní sobre la situación en Siria, y dijo que no descarta que Irán pueda contribuir en la estabilización del país, pese a las informaciones de que combatientes iraníes luchan en Siria con las fuerzas gubernamentales.