"Nuestra investigación ha demostrado que en el fondo de Gotland hay alrededor de 8.000 proyectiles y misiles que podrían contaminar el medio ambiente. Ahora hemos confirmado que estos objetos están contaminando el fondo marino", asegura Jacek Beldowski, doctor del Instituto de Oceanología de la Academia Polaca de Ciencias, citado por la Agencia Polaca de Prensa.
En el fondeo de Gotland hay alrededor de 8.000 proyectiles y misiles que podrían contaminar el medio ambiente
Beldowski señaló que hasta ahora los investigadores sólo podían limitarse a especular sobre los efectos nocivos para el medio ambiente.
Las bajas temperaturas de las aguas del Báltico logran convertir al gas mostaza, que viene a representar el 80% de los productos químicos allí depositados, en una sustancia pesada, pero los científicos europeos advierten que aún puede suponer una cierta amenaza para las especies locales de peces y la vida marina.
Beldowski dijo que sus resultados ya han revelado algunos defectos genéticos y enfermedades de la población de peces. La investigación se enmarca en el proyecto de Búsqueda y Evaluación de Municiones Químicas (CHEMSEA) financiado por la Unión Europea, que ha descubierto nuevas zonas de vertido de armas químicas en el Báltico.
Al parecer, las armas decomisadas a los alemanes no son el único material nazi que se encuentra escondido en el fondo del Báltico. Los investigadores del misterio de la así llamada 'anomalía del Báltico' intentan dar respuesta a las incógnitas sobre el extraño objeto, que podría ser un dispositivo ultrasecreto de los nazis perdido bajo las aguas en la Segunda Guerra Mundial.