Esta singular iniciativa es una forma de denunciar la existencia de una estrategia política para obtener más ingresos para el sector público o el privado, amparándose en la crisis, lo cual está dibujando un nuevo paisaje en la capital española. Una estrategia que contempla una nueva ordenación del terreno basada en la rentabilidad y de la que el simbólico Estado de Hautôvia ya se ha independizado.
Para Pérez, "Hautôvia ha surgido por la iniciativa cultural urbanística para llamar la atención sobre la manera en que los mercados son los que deciden cómo es el desarrollo de una ciudad y cómo es por tanto la vida de la gente".
Asimismo, Pérez denuncia la connivencia entre los estamentos políticos, los sectores financieros y las empresas constructoras para desarrollar un modelo de ciudad basado en la construcción y en los beneficios sobre la explotación del terreno "sin tener en cuenta qué modelo de ciudad quiere la ciudadanía […] ni las condiciones de habitabilidad".
Un Estado soberano de Europa hecho por y para los ciudadanos, en el que los mercados no tendrán poder de decisión
Por su parte, Miguel Navarro, coordinador de Arquitectos Sin Fronteras de Madrid, sostiene que se están creando espacios que "parece que pretenden atraer a consumidores y alejar a los ciudadanos". Unos espacios que, según denuncia Navarro, hacen que las personas nos volvamos más individualistas y más consumistas, lo cual tiene una orientación muy clara para favorecer los intereses de los poderosos, los intereses económicos.
Hautôvia es "un Estado soberano de Europa hecho por y para los ciudadanos, en el que los mercados no tendrán poder de decisión", explica su impulsor, quien añade que la iniciativa "no ha surgido como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas sino como consecuencia del poder que tiene el mercado para modelar el territorio".