La Ley de Control sobre la Exportación de Armas permite que el presidente rescinda esas disposiciones siempre que "determine que el cambio es esencial para la seguridad nacional de los Estados Unidos". Barack Obama ordenó que se llevara a cabo ese cambio con el objetivo de ofrecer ayuda a algunos veteranos para combatir futuros ataques con armas químicas.
El presidente estadounidense hizo pública su decisión el lunes después de que un informe de Naciones Unidas confirmara que en el ataque químico del pasado 21 de agosto en Damasco se utilizó gas sarín. Sin embargo, no señalaba ni a las fuerzas del régimen ni a los rebeldes como responsables del acto.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, afirmó estar convencida de que los detalles que ofrece el informe "hacen evidente que solo el régimen [de Bashar al Assad] pudo haber llevado a cabo un ataque con armas químicas de tal envergadura".
Por su parte, el homólogo ruso de Powell, Vitali Churkin, aseguró que el documento no presenta pruebas concluyentes que involucren al Gobierno del presidente sirio y que simplemente ofrece las claves para que "cada uno pueda extraer sus propias conclusiones, a ser posible, de manera profesional y sin presiones políticas".
Las intenciones que el Gobierno de Obama tiene de asistir a los rebeldes ante el peligro de las armas químicas no es algo que haya surgido a raíz del ataque en la capital siria. Según NBC News, estos planes se remontan a antes del ataque del 21 de agosto.
Según la Ley de Control sobre la Exportación de Armas, tendrán que pasar al menos 15 días para que Estados Unidos pueda enviar material bélico a Siria.