Bajo el lema 'No son suicidios. Son asesinatos. Ningún suicidio más', los manifestantes se congregaron ante la sede de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), donde encendieron velas y guardaron un minuto de silencio por Amparo A.C., quien falleció por sobredosis de fármacos, informan medios locales.
En la concentración pacífica, que fue convocada a través de las redes sociales y se llevó a cabo ante la vigilancia de agentes antidisturbios, los activistas llamaron "asesinos" a la EMVS y también pidieron a gritos la dimisión de la alcaldesa madrileña, Ana Botella.
Asimismo, al culminar la concentración, que duró dos horas, se leyó un comunicado reclamando la paralización total de los desahucios.
Amparo había recibido una notificación de desahucio por una deuda que ascendía únicamente a 900 euros (unos 1.200 dólares), la cual intentó abonar en varias ocasiones a la empresa municipal que lo rechazó, confirmando que tenía que abandonar su vivienda en alquiler.
Según información de la prensa local, la mujer vivía con su esposo, tres hijos menores y dos nietos que estaban a su cargo.