"El reclutamiento de mercenarios realmente existe. Estimamos que entre 300 y 400 personas se fueron de nuestro país [a Siria]. Van a volver, lo que, por supuesto, representa una gran amenaza", dijo Smirnov, citado por la agencia Ria Novosti, después de una reunión del Consejo de Estructura Regional Antiterrorista de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
El director adjunto del FSB subrayó, no obstante, que este problema no existe solo en Rusia, sino también en otros países de la OCS, como Kazajistán, China, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La legislación rusa no dispone de ningún artículo que reprima o prohíba las actividades de mercenarios, por lo que, según subrayó Smirnov, todavía "hay que trabajar" en este campo.
En abril, el Gobierno de Siria informó que en las filas de los rebeldes luchan mercenarios de un total de 29 países.
A principios del pasado mes de junio, el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, ofreció por primera vez información sobre los mercenarios de origen ruso que luchan junto a los insurgentes sirios. En aquel entonces, informó sobre unos 200 hombres originarios de Rusia que participan en el conflicto en el país árabe.
"El hecho de que alrededor de 200 milicianos procedentes de Rusia luchen bajo el mando del Emirato del Cáucaso bajo el lema de Al Qaeda y sus afiliados, es motivo de preocupación para Rusia", indicó Bórtnikov.