"Las autoridades sirias han llevado a cabo su propia investigación, analizando la posible evidencia de que los rebeldes son responsables de los episodios trágicos tanto del 21 de agosto, pero también del 22, 23 y 24 de agosto", dijo Riabkov a RT.
"Se trata de material nuevo para nosotros. Pero no es nuevo para la ONU", especificó Riabkov, revelando que en realidad hubo varios ataques con armas químicas en Siria en agosto.
Según el vicecanciller, los inspectores de la ONU, encabezados por el científico sueco Ake Sellstrom, fueron informados acerca de los ataques por Damasco, pero ignoraron la información en el informe presentado el 16 de septiembre por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. "Este material fue discretamente entregado a Ake Sellstrom, jefe de la misión de expertos de la ONU aquí [en Siria], que vino a investigar los incidentes de Guta. A Sellstrom se le pidió leerlo y, finalmente, mencionar esta nueva evidencia en el informe final. Pero nunca ocurrió", dijo Riabkov.
"Esta es una de las razones por las que criticamos la velocidad con la que se publicó el informe... y también el contenido incompleto de este informe", explicó el vicecanciller ruso. Teme que las pruebas aportadas por Damasco y Moscú podrían ser "simplemente anuladas y desatendidas".
Rusia quiere que los inspectores de la ONU regresen a Siria y sigan investigando con el fin de determinar quién fue el responsable de los ataques químicos.
El informe de la ONU no identifica a los autores del primer crimen que, según Estados Unidos, dejó más de 1.400 muertos.