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Los países que abogan por atacar Siria son los que menos apoyan a refugiados
Las cifras de las estadísticas internacionales indican que las naciones que más insisten en una intervención extranjera en Siria, son las que menos apoyo brindan a las víctimas y a los desplazados por el conflicto.
Según la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas, la comunidad internacional tiene que compartir la responsabilidad por los refugiados de Siria, cuyo número ya ha batido récords, superando este mes la cifra de dos millones. Sin embargo, esta petición no parece haber sido atendida en absoluto.
Así EE.UU., que avisó a Damasco de que puede realizar un bombardeo en cualquier momento, hoy por hoy ha asilado a tan sólo 33 personas, según los datos del Centro de Procesamiento para Refugiados. Aunque, debido a la dura situación humanitaria, en agosto pasado Barack Obama planteó la posibilidad de dar cobijo a unas 2.000 más, pero tan sólo después de un detallado examen de los candidatos por cuestiones de seguridad.
Catar, que también aboga por el derrocamiento de Bashar al Assad, tampoco quiso refugiar a demasiados sirios, limitándose a tan solo 42 personas.
"Todos estos países quieren poner dinero para armas o encender la violencia, pero por otro lado se niegan a aceptar a los refugiados en su territorio", comenta la periodista internacional Rania Khalek.
Según Khalek, EE.UU. explica el hecho de que acepta a tan poca cantidad de refugiados por le hecho de que necesitan mucho tiempo para examinar a los que sí aceptan, con el objetivo de comprobar si tienen vínculos con Al Qaeda o con algunos grupos terroristas.
De acuerdo con la estadística, EE.UU., del que se esperaban unos 3.000 millones de dólares para fines humanitarios, donó aproximadamente un tercio de esta suma. Arabia Saudita tampoco dio la cantidad que se requería, y aportó unos 30 millones de dólares menos de lo que hacía falta. Y Catar, uno de los países más ricos del mundo, gastó en ayudar a los refugiados sirios en 2013 tan sólo tres millones de dólares.
Resumiendo, podemos decir que se recaudó menos de la mitad del presupuesto estimado que se necesita para ayudar a los refugiados.
Estos números, que a primera vista ya son de por sí chocantes, no son nada si se comparan con los gastos que destinan estos países a financiar a la oposición siria.
Según las estimaciones del periódico 'The Financial Times', en los primeros dos años del conflicto sirio, el Gobierno de Catar se gastó unos 3.000 millones de dólares en armamento para los grupos rebeldes. La agencia Reuters, por su parte, asegura que Estados Unidos destinó más de 800 millones para dotar de asistencia "no letal" al Ejército Libre Sirio.
Y todo indica que estas cifras con el tiempo se podrán ver incrementadas, pero no para financiar la ayuda a los afectados, sino a aquellos grupos que aún siguen apostando por continuar un conflicto que se sigue cobrando vidas.
Así EE.UU., que avisó a Damasco de que puede realizar un bombardeo en cualquier momento, hoy por hoy ha asilado a tan sólo 33 personas, según los datos del Centro de Procesamiento para Refugiados. Aunque, debido a la dura situación humanitaria, en agosto pasado Barack Obama planteó la posibilidad de dar cobijo a unas 2.000 más, pero tan sólo después de un detallado examen de los candidatos por cuestiones de seguridad.
Catar, que también aboga por el derrocamiento de Bashar al Assad, tampoco quiso refugiar a demasiados sirios, limitándose a tan solo 42 personas.
"Todos estos países quieren poner dinero para armas o encender la violencia, pero por otro lado se niegan a aceptar a los refugiados en su territorio", comenta la periodista internacional Rania Khalek.
Según Khalek, EE.UU. explica el hecho de que acepta a tan poca cantidad de refugiados por le hecho de que necesitan mucho tiempo para examinar a los que sí aceptan, con el objetivo de comprobar si tienen vínculos con Al Qaeda o con algunos grupos terroristas.
Todos estos países quieren poner dinero para armas o encender la violencia, pero por otro lado se niegan a aceptar a los refugiados en su territorioEn lo que se refiere a la financiación de la ayuda a los afectados por el conflicto sirio, la Agencia de la ONU para los Refugiados subraya que existe una aguda carencia de fondos, comentando que no se han recibido ni la mitad de las contribuciones imprescindibles para cubrir sus necesidades básicas.
De acuerdo con la estadística, EE.UU., del que se esperaban unos 3.000 millones de dólares para fines humanitarios, donó aproximadamente un tercio de esta suma. Arabia Saudita tampoco dio la cantidad que se requería, y aportó unos 30 millones de dólares menos de lo que hacía falta. Y Catar, uno de los países más ricos del mundo, gastó en ayudar a los refugiados sirios en 2013 tan sólo tres millones de dólares.
Resumiendo, podemos decir que se recaudó menos de la mitad del presupuesto estimado que se necesita para ayudar a los refugiados.
Estos números, que a primera vista ya son de por sí chocantes, no son nada si se comparan con los gastos que destinan estos países a financiar a la oposición siria.
Según las estimaciones del periódico 'The Financial Times', en los primeros dos años del conflicto sirio, el Gobierno de Catar se gastó unos 3.000 millones de dólares en armamento para los grupos rebeldes. La agencia Reuters, por su parte, asegura que Estados Unidos destinó más de 800 millones para dotar de asistencia "no letal" al Ejército Libre Sirio.
Y todo indica que estas cifras con el tiempo se podrán ver incrementadas, pero no para financiar la ayuda a los afectados, sino a aquellos grupos que aún siguen apostando por continuar un conflicto que se sigue cobrando vidas.
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