El nuevo papel de "centro de desmantelamiento" será incluido en el plan de reforma de sus instalaciones, que debe estar preparado para finales de este año. El documento estipulará también poner fuera de servicio a los reactores 5 y 6, que quedaron intactos después del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
La decisión fue adoptada un día después de que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, pidiera que TEPCO desmantele los reactores intactos para centrar sus esfuerzos en el tratamiento de la zona contaminada. El político afirmó que considera como “prioritaria” esa tarea.
Según comenta el periódico 'Asahi Shimbun', este nuevo enfoque "supone que TEPCO no necesitará personal que mantenga el equipo, que podría servir si los reactores fueran a usarse para la generación de electricidad en un futuro". Al cambiar el perfil de la planta del suministro eléctrico al de desmantelamiento, la empresa mostrará a la sociedad que concentra sus recursos en los problemas de contaminación, estiman los periodistas.
La propia operadora destaca la relevancia del futuro polígono para desarrollar nuevos métodos de desmantelamiento. Quiere aprovechar la semejanza estructural de los reactores más afectados (como el 1º y el 3º) con los intactos y emplear los últimos para desmantelar y desactivar los primeros.