Según la Policía local, otras 45 personas resultaron heridas a causa de la explosión.
El ataque suicida se produjo en una iglesia histórica ubicada en la ciudad pakistaní de Peshawar. El agente de policía Mohammad Noor Khan informó que el suicida se inmoló cuando los fieles salían del edificio, después de asistir a la misa del domingo.
La agencia Reuters, por su parte, ofrece otras cifras e informa de 10 muertos y 40 heridos por el atentado suicida, citando a un portavoz de un hospital de la ciudad.
Los cristianos representan alrededor del 4% de los 180 millones de personas que componen la población total de Pakistán.
Los milicianos radicales pakistaníes con frecuencia realizan ataques contra la minoría cristiana del país, así como contra los grupos musulmanes a los que consideran herejes.
En uno de los incidentes más graves de este tipo, sucedido en 2009, un grupo de 1.000 islamistas incendió decenas de casas y una iglesia cristiana en la ciudad de Gojra, en la provincia pakistaní de Punjab. Al menos siete cristianos murieron quemados en sus propias casas. El ataque fue provocado por las informaciones sobre una presunta profanación del Corán en esta localidad.