“La mañana del 22 de septiembre un obús detonó en el territorio de la embajada de Rusia en Siria como resultado de un ataque con morteros que los rebeldes realizaron en el distrito de Mezzeh, en Damasco. Tres empleados sufrieron heridas que no ponen en riesgo sus vidas", indica el comunicado oficial.
Según el Ministerio de Exteriores, ya se ha abierto una investigación y en cooperación con las autoridades sirias competentes se tomarán "medidas adicionales para garantizar la seguridad de la misión diplomática rusa en Damasco".
El Observatorio de Derechos Humanos en Siria, con sede en Londres, también declaró que el obús de mortero que cayó en el territorio de la embajada fue lanzado por los rebeldes sirios.