"Siria está cayendo en el suicidio. Es una historia de terror y va cada vez peor. No hay punto brillante en el horizonte", dijo el académico en una entrevista con la revista 'Ceasefire'.
En su opinión, si "esto continúa", el país árabe podría resultar dividido en tres partes: una región kurda, un territorio controlado por el Gobierno de Al Assad, y una sección dominada por diversas milicias.
"Mientras tanto, Israel está observando y disfrutando del espectáculo", destacó el lingüista, recordando un artículo de 'The New York Times' que cita a un funcionario israelí que expresaba su alegría por ver a los árabes masacrándose unos a otros.
Y para EE.UU., "así está bien", no quieren ningún tipo de salida, señaló.
Opinó que "si EE.UU. e Israel hubieran querido ayudar a los rebeldes, lo podrían hacer incluso sin la intervención militar".
"Por ejemplo, si Israel fuera a movilizar fuerzas en los Altos del Golán (por supuesto, son los Altos del Golán de Siria, pero por ahora el mundo tolera más o menos o acepta la ocupación ilegal de Israel), […] esto obligaría a Al Assad a mover fuerzas hacia el sur, lo que aliviaría la presión contra los rebeldes. Pero no hay ningún indicio siquiera de eso", dijo el destacado académico, recordando también que "no están dando ayuda humanitaria a la gran cantidad de refugiados que sufren, no están haciendo ningún tipo de cosas simples que podrían hacer".
"Todo lo cual sugiere que tanto Israel como EE.UU. prefieren exactamente lo que está sucediendo", concluyó.
Israel, en particular, "puede celebrar, en su condición de lo que llaman una 'ciudad en la jungla", indicó el activista haciendo referencia a un artículo del editor del diario 'Haaretz', Aluf Benn, acerca de "cómo los israelíes van a la playa, disfrutan y se felicitan por ser una 'ciudad en la jungla' mientras las bestias salvajes de afuera se desgarran entre sí".
El conflicto sirio, que dura ya dos años y medio, se ha intensificado en las últimas semanas.
A raíz del ataque con gas tóxico ocurrido el pasado 21 de agosto, que los países de Occidente han atribuido a las fuerzas gubernamentales, EE.UU. se preparó para un posible ataque contra territorio sirio.
Gracias a la propuesta presentada por Rusia a Siria, para que ponga su arsenal químico bajo control internacional, se abrió de nuevo la posibilidad de hallar una salida diplomática al conflicto.