Colombia tiene la intención de colaborar con Venezuela para luchar contra el crimen organizado, según declaró el presidente del país, Álvaro Uribe, agradeciendo a sus vecinos la deportación de varios presuntos delincuentes colombianos.
"Es lo que queremos tener: una gran cooperación para derrotar al crimen que hoy nos afecta a nosotros; mañana puede afectar al hermano pueblo de Venezuela", dijo Uribe durante su tradicional Consejo de Gobierno de los sábados.
Esta semana las autoridades venezolanas entregaron a la policía de Colombia a Javier Urango Herrera y John Horacio Rueda, acusados de varios delitos y que, según Uribe, "han hecho mucho daño" y querían "refugiarse" en Venezuela. Anteriormente fue deportado Gerardo Javier Suárez Naranjo, alias 'El Pulpo' y supuesto integrante de una red al servicio del frente décimo de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al mismo tiempo, recientemente el gobierno de Uribe reclamó a Caracas respeto por los derechos de al menos ocho colombianos detenidos en Venezuela bajo la sospecha de espionaje y le exigió que clarifique las circunstancias en las que resultaron muertos ocho colombianos, un peruano y un venezolano en el estado de Táchira, fronterizo con Colombia, en octubre de 2009.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se complicaron cuando Bogotá firmó con Washington un acuerdo que permite a las tropas de EE. UU. el uso de siete bases del país suramericano. La tensión llegó hasta tal punto, que el presidente Hugo Chávez llamó a los militares y al pueblo venezolano a "prepararse para la guerra" mientras que Álvaro Uribe puso al Ejército en máxima alerta.
Últimamente la situación ha empezado a estabilizarse. Asimismo, en febrero Chávez anunció que quiere retomar "las relaciones normales" con Colombia, manifestando su "mayor intención por retornar a la calma y a las relaciones normales, comerciales, políticas y sociales entre dos repúblicas que están habitadas por un mismo pueblo".