Pena de muerte al gusto del ‘cliente’
El estadounidense Ronnie Lee Gardner, un recluso del ‘corredor de la muerte’ de Utah que ya ha agotado todos los recursos posibles para evitar su ejecución, ha pedido ser ajusticiado por el método de fusilamiento. “Elijo el pelotón de fusilamiento, por favor”, fueron sus palabras, cuando el juez que lleva su caso en Salt Lake City, Robin Reese, le dio la opción de elegir la forma en que morirá.
Éste es un ‘derecho’ con el que cuenta Gardner, pese a la abolición del fusilamiento y la adopción en 2004 de la inyección letal como único método de ejecución en el Estado de Utah, ya que su detención se produjo con anterioridad a la aprobación de la ley. El reo fue condenado a muerte en 1985, con 24 años de edad, por el asesinato de un abogado cuando estaba en plena huida de unos tribunales en los que se le juzgaba por otro homicidio y por robo a mano armada.
Se prevé que la ejecución tenga lugar en los meses de mayo o junio. De este modo, Gardner se convertirá en el tercer reo ajusticiado por este método en Utah desde 1976, año en que la pena de muerte fue restablecida por el Tribunal Supremo en Estados Unidos. El proceso se lleva a cabo por medio de cinco tiradores con rifles, uno de los cuales está cargado con munición de fogueo. Al reo se le ata a una silla, se le cubre la cara y se le marca un círculo en la zona del corazón, a modo de diana.
Es posible que Gardner realmente considere este método más seguro, tal y como ha declarado, aunque también podría tratarse de una forma de intentar retrasar algo más el momento de la ejecución. Las defensas de otros reos de EE. UU. que tenían el derecho de elegir la forma en la que iban a morir, intentaron utilizar el método más cruel para conseguir retrasos en las ejecuciones, apelando a lo inhumano de los mismos. No obstante, en este sentido el Departamento de Correccionales de Utah, la agencia encargada de llevar a cabo la ejecución, ya ha anunciado que no importa cual sea la elección de Gardner, por inyección letal o fusilamiento, de cualquier modo, ellos estarán igualmente preparados para cumplir con la sentencia.
Por su parte, y a pesar de haber agotado todos los procesos de recurso posibles, los abogados del preso han anunciado que apelarán el castigo, valiéndose de la última posibilidad de su cliente, que cuenta con el derecho de presentar en los próximos siete días una solicitud para conmutar su condena a muerte por otra de cadena perpetua. Sin dar más detalles sobre los argumentos que emplearán para tal fin, sí que han declarado que consideran un castigo demasiado cruel fusilar al acusado 25 años después de haber cometido el crimen.