Manifestaciones en apoyo al régimen cubano en Madrid y Barcelona
En algunas de las principales ciudades españolas se han celebrado manifestaciones en apoyo al régimen cubano y contra el “acoso mediático” que, según los convocantes, viene sufriendo la isla durante los últimos meses.
Cientos de personas en ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, han salido a la calle en defensa del régimen cubano y denunciando el “acoso mediático” a la isla por parte de la prensa occidental.
La manifestación más numerosa, en Madrid, partió de la Glorieta de Bilbao, para concluir en la Plaza de Colón, en pleno centro de la capital española. Reunió a unas 5.000 personas, según los datos hechos públicos por los organizadores o a algo más de 1.000, según las estimaciones de la prensa. La marcha estuvo encabezada por una pancarta en la que podía leerse “Cuba no está sola. Por un mundo mejor, defendamos la revolución” y al frente de la cual estaban los actores Alicia Hermida y Willy Toledo, así como varios representantes de grupos políticos y sociales y de la comunidad cubana. En el transcurso de la movilización no faltaron gritos contra los opositores a Castro residentes en Miami (la llamada ‘gusanera’), el Partido Popular (principal partido de la derecha española, por delante de cuya sede pasaba el recorrido de la marcha), los medios de comunicación y a favor de Fidel Castro y de la revolución.
Hermida, que también es coordinadora del Movimiento de Solidaridad con la Revolución Cubana, y Toledo, leyeron un comunicado al finalizar la marcha. En él afirmaban que “Cuba es hoy un referente para toda América Latina porque planta cara al imperialismo y demuestra que el capitalismo no es la única forma de organización social posible, que hay otras alternativas mucho más justas para los pueblos”.
Los manifestantes criticaron con dureza a los grandes medios de comunicación, a los que consideran responsables de someter a un “acoso” informativo a la administración gobernante en la isla. Como claro ejemplo de esta circunstancia, se habló del caso del disidente Orlando Zapata, fallecido recientemente en una cárcel de Cuba, tras 89 días en huelga de hambre, y convertido en un símbolo de la oposición al régimen cubano por gran parte de los medios de comunicación de masas occidentales.
Sobre este caso, Alicia Hermida afirmó que Zapata fue “inducido a convertirse en un héroe, en un símbolo y mártir por su muerte” por la disidencia cubana. Semanas antes, Willy Toledo provocó un considerable escándalo mediático en España al afirmar en un acto público que se trataba de “un preso común”, tal y como sugieren las autoridades cubanas, que consideran que fue manipulado por la oposición al régimen para poner a las potencias occidentales en contra de La Habana. Toledo, además, afirmó en el mismo acto que lamentaba la muerte del reo, aunque gran parte de los medios no recogieron estas palabras o no les dieron relevancia alguna.
Las autoridades castristas afirman que Zapata nunca había desarrollado ninguna actividad política y fue a la cárcel por la reincidencia en delitos no relacionados con ésta, como escándalo público y agresión. Allí entró en contacto con disidentes cubanos (acusados en su mayor parte de colaborar con la inteligencia estadounidense en la organización de actos subversivos financiados por la CIA), que, tras su muerte, lo han querido mostrar como un preso político, víctima del régimen.