Japón y EE.UU. no solo no abandonan los planteamientos de la Guerra Fría, sino que cada vez refuerzan más su alianza militar y amenazan la paz y estabilidad en la región, lo que provoca preocupación en todo el mundo y en la región de Asia-PacíficoEl gigante asiático expresó su inquietud por las frecuentes referencias a las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), cuya soberanía se disputan Japón, China y Taiwán, durante la rueda de prensa tras las negociaciones entre los ministros de Exteriores y Defensa nipones (Fumio Kishida e Itsunori Onodera, respectivamente) y los secretarios de Estado y Defensa de EE.UU. (John Kerry y Chuck Hagel, respectivamente).
Los ministros japoneses y estadounidenses acordaron revisar las pautas de su cooperación militar antes del final de 2014.
Las partes además acordaron el despliegue de varios aviones no tripulados estadounidenses en territorio japonés y la instalación de un sistema de radar de banda X en la base militar nipona de Kyogamisaki.
China considera esos planes como un intento de cambiar el equilibrio de fuerzas en la región.
Pekín señaló que la parte estadounidense alabó las reformas emprendidas por el Gobierno japonés, como el aumento del presupuesto militar y las enmiendas legislativas en el ámbito de la defensa colectiva y en el programa militar del país.
"Es evidente que Japón y EE.UU. planean seguir reforzando su cooperación militar y elevar el nivel de integración en esta materia. Esto confirma que su alianza está dando nuevos pasos por un camino peligroso", añade la agencia.