Los miembros de los Hermanos Musulmanes no han abandonado sus aspiraciones de volver al poder y nuevamente salieron a las calles. Los partidarios del expresidente aseguran que seguirán luchando y que la prohibición del movimiento por parte de las autoridades no les hará renunciar a sus objetivos.
"Nosotros podemos considerar la prohibición de todas las actividades de los Hermanos Musulmanes y las instituciones relacionadas con la Hermandad como un castigo colectivo. Estas restricciones no llevarán a nada", dice Mohamed Zaree, coordinador del Instituto para Estudios de Derechos Humanos de El Cairo.
Los miembros de los Hermanos Musulmanes denuncian que las medidas del Gobierno liderado por los militares son demasiado severas. Así, en agosto los choques entre las fuerzas de seguridad y los partidarios del presidente Mohamed Morsi, destituido por los militares, se saldaron con más de 800 víctimas mortales. Un mes después de la tragedia los islamistas dicen que ahora están obligados a mantenerse en la clandestinidad.
"He empezado a esconder mi identidad, me afeito todos los días. Tengo un segundo número de teléfono que tengo que cambiar para que no sea rastreado, ahora ya no puedo vivir en mi departamento, y me mudo de un lado para otro constantemente. Mi vida se ha convertido en algo muy difícil", confiesa Mustafá Jatib, activista de la Hermandad Musulmana.
Los partidarios de Mohamed Morsi explican que las autoridades hasta les impiden que protesten de manera pacífica. El periódico de los Hermanos Musulmanes ha sido cerrado. El sitio web de la organización ha señalado que tuvo que trasladar sus operaciones a Londres debido a la creciente persecución. Entre tanto, los simpatizantes del Gobierno interino insisten en que hay evidencias documentadas del uso de violencia por parte de los Hermanos Musulmanes. En este sentido, aseguran que acallar al movimiento es vital para la estabilidad y transición a la democracia.
"En la revolución del 30 de junio, que fue la segunda ola de la revolución del 25 de enero, la Hermandad Musulmana asesinó a muchos egipcios, pese a que eran inocentes. Ellos demostraron ser una herramienta para llevar a Egipto a una guerra civil", explica Hamdeen Sabbahi, líder del Frente de Salvación Nacional y candidato presidencial. Por ahora pareciera que ninguna de las partes está dispuesta a ceder. Solo resta esperar a qué conllevarán estas nuevas manifestaciones e intentos de retomar el poder por parte de los Hermanos Musulmanes.