"Hasta ahora, el comando del Ejército sirio había evitado este tipo de operaciones en esta zona por temor a provocar una invasión israelí o jordana, pero después de que Rusia solucionara la 'cuestión química', [la сúpula militar siria] ha ganado confianza en sí misma y se ha puesto el objetivo de lograr una victoria completa", comenta el periodista y analista político ruso Dmitri Minin.
Antiguo enemigo
Amman es un importante aliado de Estados Unidos en la región y una parte clave de la estrategia norteamericana contra Siria. Fue una de las primeras capitales árabes que pidió la renuncia de Bashar Al Assad, lo que se explica por las relaciones históricamente complicadas entre Siria y Jordania.
"Ya los padres de los actuales líderes de los dos países, el presidente Hafez Al Assad y el rey Hussein, tenían relaciones tensas. El territorio de Jordania fue utilizado por los servicios de inteligencia extranjeros, especialmente británicos, para llevar a cabo actividades subversivas contra Siria desde 1960. Desde 1982 se ha convertido en una base de retaguardia de las acciones de los Hermanos Musulmanes sirios", explica Dmitri Minin.
Una cuestión que huele a gas
El interés de Jordania y otros países de la región en la caída de Al Assad no es un secreto. La tensión alrededor de Siria se debe a la cuestión de los flujos de energía a Europa. En 2009, durante la visita a Turquía del emir de Catar, el jeque Hamad Al Thani, se llegó a un acuerdo sobre la construcción de un gasoducto que debería tener inicio en Catar y pasar a través de Arabia Saudita, Jordania y Siria antes de llegar a Turquía, donde se abre el camino a Europa. Siria, aliado de Irán, es el único elemento que impide la realización de este plan. Un acuerdo para construir el gasoducto Irán-Irak-Siria para suministrar gas a Europa, firmado en julio de 2012, socavó fuertemente los planes de Catar y sus aliados. Si Al Assad es derrocado, Jordania, que es parte del plan catarí, se convertirá en uno de los países clave para el suministro de energía desde el Golfo Pérsico a Europa.
El actual conflicto armado en Siria comenzó con los acontecimientos de marzo de 2011 que se produjeron en Daraa, "la ciudad fronteriza con Jordania a través de la cual pasa el segundo canal más importante de contrabando de armas para las fuerzas rebeldes", indica Dmitri Minin.
Tropas desplegadas
El experto reveló que dos divisiones del Ejército jordano se encuentran desplegadas a lo largo de la frontera con Siria en estado de alerta. Además, cerca de la frontera de Jordania se encuentra una división de tanques preparada para entrar en Siria en cualquier momento.
"Los medios árabes informan sobre un despliegue en curso de las unidades jordanas y estadounidenses a lo largo de toda la frontera de 370 kilómetros con Siria. El periódico kuwaití 'Al- Rai', por ejemplo, escribe que en la ciudad de Ramtha se acumularon unas decenas de miles de soldados y tanques", comenta el politólogo. Ramtha se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad siria de Daraa.
EE.UU. quiere que el conflicto llegue a un punto muerto, y que no haya vencedor
Unas fuentes anónimas informaron al diario 'The Washington Post' de que en las últimas semanas la CIA envió un grupo paramilitar adicional a sus bases secretas en Jordania para duplicar el número de combatientes instruidos por EE.UU. Washington está preocupado porque los rebeldes han perdiendo rápidamente terreno en la guerra.
Según las fuentes del diario, ahora el objetivo de EE.UU. es terminar el conflicto con el escenario cínico en el que la confrontación llega a un punto muerto, y que no haya vencedor. "El apoyo de la CIA puede ser suficiente para garantizar que los rebeldes no sean derrotados por completo en esta guerra, pero no será suficiente para que ganen", dice Dmitri Minin. Y para lograr su objetivo EE.UU. cuenta de nuevo con la ayuda de su fiel aliado, Jordania.