Este miércoles, los Guardacostas de Estados Unidos provocaron un "incendio controlado" para tratar de frenar la expansión de la mancha de crudo de la plataforma petrolera Deepwater Horizon. Tras el incidente, el crudo iba acercándose a las costas de cuatro estados de EE. UU., amenazando con grandes daños al medioambiente de la zona.
El incendio controlado comenzó el miércoles por la tarde a unos 48 kilómetros al este del delta del Misisipi. Anteriormente, los Guardacostas admitieron que el incendio de la mancha afectaría al medioambiente, pero que este daño sería mucho menor que en el caso de dejar expandirse al vertido.
Antes de incendiarla, la mancha fue dividida en varios segmentos por unas vallas flotantes. Los Guardacostas aseguraron que cada uno de los incendios controlados no tardará más de una hora en extinguirse.
Actualmente, cerca de 5 mil barriles de crudo están vertiéndose diariamente del pozo que se encuentra a una profundidad de 1525 metros. Según los datos del martes, la mancha alcanzaba casi 75 mil metros cuadrados de superficie.
La petrolera británica BP, compañía propietaria del pozo, está dedicando 6 millones de dólares al día en lo que ha llamado la mayor operación de la historia para controlar una fuga contaminante, operación en la que trabajan decenas de barcos y aparatos aéreos.
La plataforma petrolera, que se encontraba a 210 kilómetros de Nueva Orleans, explosionó el martes pasado y se hundió.
A causa del incidente, continúan desaparecidos 11 obreros de los 126 trabajadores presentes cuando tuvo lugar el incidente.