Confían además en que el Gobierno de EE.UU. se sume a la búsqueda gracias a la aparición de estas pistas.
Según el rotativo neoyorquino, el pasado 4 de junio uno de los tripulantes del yate envió un mensaje de texto a un meteorólogo de Nueva Zelanda solicitando que les guiara. Fue lo último que se supo de la embarcación.
El yate no activó sus sistemas de localización de emergencia y no se tuvo constancia de que hubiera desaparecido hasta que transcurrieron 10 días.
Además, los familiares de la tripulación esperan que estas "pruebas circunstanciales" motiven a que las autoridades australianas y neozelandesas se involucren en la reapertura de la búsqueda.