El consorcio Sozvezdie ('Constelación'), encargado por el Gobierno de Rusia de diseñar el sistema, contempla desarrollarlo a partir de las redes de neuronas artificiales y las supercomputadoras capaces de modelar la toma de decisiones en las condiciones de un combate en tiempo real.
Según la documentación del proyecto existente, el sistema incluirá no solo los componentes bélicos, sino también las sondas de radares y los sensores sísmicos, ópticos y acústicos. Contará también con los medios de asistencia médica e ingeniería.
La administración operacional de todos los dispositivos estaría en manos de una inteligencia artificial 'autodidacta'. Por eso desde el inicio del trabajo los diseñadores plantean establecer unos márgenes de autonomía del sistema.
"Tanto la automatización como la robotización masiva es perjudicial y en las áreas donde existe un peligro de muerte para la presencia humana deben ser determinados los objetivos de su uso y establecido el control humano obligatorio", declaró al periódico 'Izvestia' el colaborador científico del consorcio, Ilyá Vladímirov.
Cada 5 minutos el robot renovaría sus datos sobre el despliegue de las fuerzas del enemigo. Abrir fuego sin preparación preliminar debería tardar como máximo 3,5 minutos. Un comando nuevo se pondría en ejecución en unos 5 segundos. El alcance del sistema llegaría a 300 kilómetros y el periodo de trabajo ininterrumpido ascendería a 36 horas.