Cualquier persona con un 'smartphone', conexión a Internet y un afán de transmitir un mensaje al mundo ha sido capaz de contar su punto de vista sobre la guerra siria a través de YouTube, Twitter, Facebook y otras redes sociales. Decenas de miles de videos han suscitado preocupación por las supuestas atrocidades atribuidas a ambos lados del conflicto.
El fenómeno de los aficionados que relatan la guerra por sí mismos "está cambiando las reglas de la guerra: no hay restricciones, es barato, es fácil y no se necesita un permiso de nadie para hacerlo", subraya Yuval Dror, jefe del programa de comunicación digital de la Facultad de Gestión de Israel, citado por el diario 'The Washington Post'.
Magda Abu-Fadil, directora de la agencia Media Unlimited en Beirut, explica que si bien algunos profesionales han cubierto lo que ha ocurrido en Siria, en su mayoría lo han hecho "los periodistas ciudadanos, activistas, militantes y cualquier persona con un dispositivo móvil, conexión a Internet o línea telefónica".
Elliot Higgins, autor del popular blog Brown Moses, que ha seguido la guerra siria desde marzo del 2012, dijo que escudriña un montón de videos para buscar problemas potenciales, incluso comparándolos con imágenes de satélite. Desde su casa en Reino Unido, Higgins supervisa 650 canales de YouTube al día, buscando imágenes de armas y datos sobre la migración de los grupos rebeldes.
Los videos también han dificultado la tarea de navegar entre la verdad y la propaganda, porque todas las partes los utilizan para promover sus ideas. Opositores de Damasco publican la mayoría de los videos. Casi todas las áreas controladas por rebeldes o sus brigadas tienen sus propias oficinas de prensa para producir y difundir videos. Están equipadas con cámaras de alta definición, conexión con satélite y los programas necesarios. Muchos centros han sido financiados por partidarios del Golfo. Según la agencia AP, los activistas sirios periódicamente asisten a cursos organizados por varias organizaciones no gubernamentales, que reciben el dinero del extranjero.
Por eso los expertos advierten de la "exagerada influencia de YouTube" en el conflicto sirio. "Creo que se trata de un factor importante, pero no determinante para formar la opinión sobre la guerra", insiste Philip Seib, profesor de periodismo y diplomacia en la Universidad del Instituto Annenberg School en el sur de California.